jueves, 7 de mayo de 2015

VINO DEL CIELO A LA TIERRA

Perdónales, Leo, porque no saben lo que dicen. Perdónales, Leo, porque en tú grandeza debes encontrar la compasión para comprender su ignorancia... Sí, es grande. Él, Lionel Messi, volvió a dar el pasado miércoles un recital en el jardín de sus delicias, el viejo e imperial Camp Nou. De paso, silenció las críticas y pullas que ha recibido en estos dos últimos años. "Está acabado" decían. Mal asunto ese de despertar a la fiera dormida.

Era un choque que parecía abocado al empate sin goles, raro después de una primera parte primorosa del conjunto culé en el que pudo meter tres o cuatro goles sin despeinarse siquiera. El Bayern, por su parte, jugaba con un once lastrado por una plaga bíblica de lesiones, pero tiró de orgullo y pudo crearle varios problemas al Barça en los primeros compases del segundo tiempo, tramo en el que Messi estuvo más bien desaparecido, igual que el resto de sus compañeros.


Sin embargo, todo cambió en el 77'. Una figura menuda, y en apariencia inofensiva, descendió de las alturas y en poco más de tres minutos sumió en una triste y cruel pesadilla al Bayern de Munich, que está virtualmente eliminado.

El primero de los goles fue un trueno desde el borde del área, un latigazo al palo corto con esa zurda diabólica que tan bien maneja. El segundo es, directamente, una obra de arte. Otra pieza maestra del mejor futbolista de la historia en una cita grande de la mejor competición continental de clubes. El cambio de ritmo, el regate y esa sublime definición retratan a un jugador que vive, de forma permanente, en otra dimensión, que disfruta haciendo sufir a todos sus enemigos. Ángel para el Barça -no tanto para Argentina- y el peor de los demonios para todos sus rivales.


Desde su eclosión en el 2008 el astro rosarino lleva cerca de siete años jugando a un nivel estratosférico. Es la bandera y el orgullo de uno de los mejores clubes de la era moderna del fútbol y es, sin discusión, uno de los deportistas más espectaculares y reconocidos de toda la historia.


A tres meses de cumplir los 28 años, Messi ha madurado y se ha transformado en un jugador distinto al del, por ejemplo, 2011, pero sigue siendo igual de letal. El pobre Guardiola, aquel que moldeó hasta la perfección esta bella escultura, tuvo que padecer ayer la divina inspiración de este tímido artista, el mismo que le hizo llorar de alegría aquel 19 de diciembre del 2009, fecha en la que la escuadra blaugrana completó de forma sobresaliente la mejor temporada de la historia.  

domingo, 26 de octubre de 2014

THE WALKING DEAD

¿Es este el principio del fin? La Real, evidenciando una vez más cuán grave es su crisis, volvió a pegarse ayer un fuerte leñazo. Esta vez fue en casa del Córdoba, el colista de la Liga BBVA, un equipo que va a llegar al mes de noviembre sin haber ganado un solo partido. Revelador, ¿verdad? El conjunto txuri urdin, cual zombi descerebrado, sin alma, saltó al campo “a verlas venir”. No hubo un plan establecido, no hubo corazón. El virus ha alcanzado ya una fase muy peligrosa...

El equipo dirigido por el vilipendiado Jagoba Arrasate camina con más pena que gloria por la Liga, y ya han pasado unos ocho meses desde el inicio del proceso degenerativo. La descomposición, que cada vez es más desagradable, afecta a todas las lineas del equipo y a las altas esferas del club. Esta maldita pesadilla comenzó en febrero, antes de lo que la mayoría tiende a pensar. En La Rosaleda, el 17 de febrero. Un partido que se ganó, por cierto, pero en el que sin duda alguna algo oscuro y siniestro empezó a cobrar vida en el organismo txuri urdin. La tremenda inyección de euforia que supuso vencer al Barça días después fue perjudicial, por paradójico que parezca.


 El encargado de paliar esta crisis y expulsar el virus, Arrasate, es seguramente uno de los grandes responsables de esta caída en picado, de este nefasto momento que está llevando a la escuadra donostiarra a coquetear con los puestos de descenso. No obstante, las culpas, obviamente, están compartidas. Desde el presidente, Jokin Aperribay, hasta el director deportivo, Lorenzo Juarros, pasando también por los cuatro capitanes del equipo (Prieto, Ansotegi, Mikel y Vela), todos ellos están siendo parte activa de la putrefacción que sufre el club blanquiazul.


 Ese 'run-run' entre el entorno y la afición

Olvidaros, en cierto modo, de la pasión y el amor por los colores realistas. Que nadie me malinterprete, el apego y el orgullo por el glorioso escudo realista es algo imperecedero, una fuerza inherente a la vida. Sin embargo, hoy día son otro tipo de sensaciones las que dominan el pobre corazón del aficionado realista. Tristeza, incomprensión, nervios, rabia, dolor, frustración... y confusión. La mente del fiel a la Real Sociedad es ahora mismo un guirigay en el que se mezclan recuerdos malos y buenos del pasado junto a oscuras y bellas expectativas de futuro. Muchos ya no van con el pecho henchido y una sonrisa en la cara a Anoeta, y esto es algo que da qué pensar.


 “Hasta aquí hemos llegado”, es lo que pensamos muchos. El desencanto que siente el aficionado hacia su equipo del alma es un claro indicador de que las cosas llevan tiempo funcionando mal. Este 'muerto' está asustando mucho a sus seres queridos y, lo que es peor, cada vez desprende un hedor más fuerte. La Real ha perdido su chispa y su alegría de vivir. Ya no hay ni ritmo, ni intensidad, ni concentración. El equipo ha caído en un estado de complacencia, el grado de exigencia está bajo cero y por momentos desaparece hasta el amor propio y la vergüenza torera. Poco a poco vamos contemplando síntomas de relajación, que van dando lugar a espectáculos vulgares y llenos de mediocridad. Por favor, antes de que este 'muerto' se haga un daño irreversible, ¡que alguien haga algo!


 PD: No me juzguéis por ser tan dramático y tremendista, solo recordar que, tal y como dijo Jorge Valdano, “el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”. Qué bonito sería poder cantar eso de “Que no estaba muerto que no, que no estaba muerto que no…” dentro de no muchas semanas.


lunes, 22 de septiembre de 2014

UNA GRADA ANESTESIADA

Quizás fue porque era domingo y en horario matinal, el sol pegaba duro y era el último día de un verano raro, como casi siempre en Donosti. “Estos del Almería son una banda” era el sentir general del 99% de la afición realista (con todos mis respetos al conjunto andaluz), que iba con un relativo grado de optimismo al estadio amaratarra, sabedores de que una victoria colocaría a la Real en la zona noble de la tabla. ¿De qué te ibas a preocupar? ¿Qué jugador o qué característica del juego del Almería podía hacer temblar la estructura de un equipo como la Real? La escuadra rojiblanca llegaba a San Sebastián habiendo conseguido dos empates y una derrota en sus tres primeros encuentros de Liga y, ojo al dato, habiendo sumado en todo este año 6 puntos sobre 33 posibles en sus partidos como visitante. Los números, una vez más, son sinceros, no entienden de engaños.

La grada vio como el equipo txuri urdin llegó a sembrar el pánico entre la defensa andaluza en numerosas ocasiones en unos primeros 20’ muy buenos por parte de los jugadores de Arrasate. En un inicio alegre y fulgurante las ocasiones eran de todos los colores, la grada ya se relamía pensando en una goleada pero, al final, siempre sucede lo mismo. El que perdona acaba pagando. El gol del Almería fue un auténtico esperpento en el que tomaron parte Zubikarai, De la Bella y el equipo arbitral. A los dramáticos momentos que vive la zaga realista en cada defensa de un balón parado se une la evidente inquietud que siembra Zubikarai cada vez que abandona su portería. El que haya sido defensa sabe perfectamente de lo que hablo.



Una vez más, el partido cuesta arriba. La Real ha empezado perdiendo sus últimos cinco encuentros oficiales, contando con la debacle de Krasnodar. Así es muy difícil sacar resultados positivos y poder desarrollar las ideas que se han ido entrenando a lo largo de la semana en los entrenamientos. Al equipo txuri urdin no le sentó nada bien el tanto del rival y, poco a poco, comenzó a descomponerse y a partirse en dos, dando más facilidades a los ataques del equipo andaluz. Granero, Prieto, Canales y Vela eran los encargados de encauzar los ataques realistas pero, como ya he dicho, a raíz del tanto visitante el atasco en la zona de creación fue cada vez más notable y esto se tradujo en nerviosismo y prisas a la hora de llevar el balón hasta el área rival. Para entonces en la grada ya se había empezado a producir un ‘run-run’ extraño, que mezclaba enfado, nervios y amargura.


En la segunda mitad las cosas no sufrieron cambio alguno. La Real no era capaz de hincarle el diente al Almería y, para colmo, otra mala defensa a balón parado desembocó en el gol de Dos Santos. La estirada de Zubikarai, insuficiente a todas luces, puso en evidencia el terrible problema que tiene el conjunto realista en su portería. Por cierto, Iñigo está a años luz de su mejor estado de forma y se le necesita al 100% ya. Los minutos pasaron entre las buenas paradas, esta vez sí, de Zubikarai para evitar el 0-3 (¡?) y los arreones de Chory Castro, que salió al campo en sustitución de Canales. El buen gol del uruguayo a 5’ del final encendió la mecha de la ilusión en un sector de la afición, que todavía creía en el milagro de remontar por tercera jornada consecutiva un resultado de dos goles en contra. No todos los días son domingo, ni todo el campo es orégano, amigos.

 Hablo lo de un sector de la afición porque, el otro, aquel que vive ya entre la extraña línea que separa la frustración con la indiferencia, celebró sin mucho brío el gol del Chory. Buena parte de la grada estaba anestesiada, y ya digo que no sé si es porque era domingo, por la hora, por ser el último día de verano… Corren tiempos raros y de incertidumbre para el centenario conjunto donostiarra, quien no hace mucho era la envidia de buena parte del fútbol estatal. La grada ya no sabe si mirar al campo, al banquillo o al palco, no sabe si tiene que reír o llorar, no sabe si el hecho de ponerse furiosa va a arreglar algo y no sabe si la indiferencia ante el enésimo disgusto de este 2014 puede hacer creer que has dejado de querer a tu equipo del alma... Todo hace indicar que en la planta noble de Anoeta cada vez se mira con más recelo la labor de un cuerpo técnico que no es capaz de hacer funcionar a una plantilla plagada de futbolistas de alto nivel. 20 puntos, 23 goles a favor y 27 en contra en los últimos 17 encuentros ligueros dan para pensar mucho.



Matar… o morir


Átense los cinturones porque vienen curvas muy peligrosas. A la delicada situación del equipo txuri urdin se le suma, obviamente, la imperiosa necesidad de empezar a sumar puntos para no empezar, como de costumbre, descolgados en la Liga. Pues bien, el Sevilla este miércoles y el Valencia dentro de seis días son los próximos rivales que van a poner a prueba la personalidad y el nivel de la escuadra realista y, de paso, testarán también la paciencia de una afición demasiado benevolente. Matar para seguir viviendo, morir para volver a nacer. Es muy precipitado hablar ahora de ‘finales’, pero una derrota en el Sánchez Pizjuán haría que el ambiente de Anoeta el próximo domingo estuviese crispado y muy enrarecido.  

lunes, 28 de julio de 2014

ANTOINE GRIEZMANN Y LA BÚSQUEDA DEL GLAMOUR

“Llegué como un niño y me voy como un hombre”. Rostro serio, ni rastro de su clásica sonrisa pícara y un fuerte tono de determinación en su voz. Antoine Griezmann se ha despedido de la Real en la rueda de prensa más triste que ha tenido que dar en su corta carrera profesional. Se va convencido de lo que hace, y es que a pesar de ese destino que no agrada a casi nadie, le honra haber sido tan claro a la hora de expresar sus sentimientos. Porque Antoine lleva tiempo diciendo, sin rubor alguno, que sueña con “nuevos retos y nuevas aventuras”, porque este joven galo, que creció disfrutando de la Francia de Zinedine Zidane, se ha visto a sí mismo más de una vez levantando ‘orejonas’, Mundiales, Eurocopas… La Real es un club grande, lleno de historia y momentos dorados, pero ‘Le petit diable’ lleva muchos años fantaseando con la idea de jugar en los mejores estadios de fútbol, en equipos que tengan por norma jugar la Liga de Campeones.


Antoine Griezmann ha sido, es y será uno de los mejores productos que ha salido de la excelente cantera de Zubieta, el auténtico corazón de la Real Sociedad y la casa del galo desde el lejano año 2004. En el primer equipo desde julio del 2009, este rubio oriundo de Maçon ha ido superando todas las expectativas hasta llegar a ser uno de las más firmes promesas del fútbol europeo, a la altura de Lukaku, Thiago, Verratti, Varane u otros cracks emergentes. Ha sido, sin lugar a dudas, uno de los jugadores más importantes de la Real en el último lustro, colaborando activamente en el ascenso del 2010, siendo decisivo en la permanencia del 2011 y marcando la diferencia en el 2013, año en el que la Real consiguió un brillante pase a la Champions League. En la pasada temporada, Griezmann acaparó las miradas de medio mundo gracias a unas actuaciones fuera de lo normal; golazos como el de Gerland o su hattrick ante el Elche dan buena prueba de ello. Él ya se lo temía, la idea le taladraba la cabeza desde hace unos meses, “la Real se me está quedando pequeña”.


El ‘glamour’ que nunca pudo encontrar en San Sebastián

Como reza el título de este artículo, Antoine se va porque quiere glamour, mucho más del que hay en la Real Sociedad. ¿Quién no se lo ha imaginado en una de las famosas juergas de Ronaldo? A Griezmann le van los flashes, le van los ‘saraos’ y le va todo aquello que rodea a la vida de las figuras más rutilantes del deporte. Amante confeso de la NBA, el mayor vivero de ‘Showmans’ del mundo, Griezmann busca con su marcha al Atlético alcanzar el estrellato absoluto. No le asustan las cámaras, no teme a la presión, cuando sale al ‘verde’ se divierte como un niño y siempre ha dado la sensación de que nació tocado por una varita mágica, con una especie de don. Su sonrisa le delata, es un hombre feliz pero ambicioso, siempre quiere más y más. Este ‘asesino con cara de niño’ (con permiso del mítico Solskjaer) ni siquiera pasó por el filial realista y ahora se marcha a Madrid para jugar a las órdenes del ‘Cholo’ Simeone, un entrenador que pretende pulir, más aún, este diamante de Zubieta. Allí, en la capital española, le dará la bienvenida la afición atlética y el Frente, el maldito y demoníaco Frente Atlético.

Se nos va porque, seamos sinceros, nunca llegó a pensar que aquí en la Real fuese a ganar títulos. Es su punto de vista particular, pero su obsesión por ir a un club más grande le priva de poder ser el líder de la Real, junto a Vela, otro lustro más. ¿Quién dice que esta Real de Iñigo, Canales, Zaldua, Granero, Vela y Pardo no puede ganar una Copa o una Europa League? Sí, lo sé, ‘el cementerio está lleno de valientes’. Pero quién sabe, este club ya hizo temblar a Europa en los años 80... Quizás también se haya aburrido de ir todos los días a Zubieta, de las dichosas pistas de Anoeta, de las anodinas fiestas de Bataplán… Lo cierto es que Antoine, como él mismo ha afirmado, no ha querido decir “no” a la oferta colchonera, lo tenía muy claro. Lo dicho, convicción y determinación absoluta a la hora de afrontar la decisión más importante de su joven vida.


Allí, en Madrid, le espera una ciudad salvajemente grande y un club en plena resurrección. ‘La casa de los líos’ es ahora ‘La casa de los éxitos’. El Atleti está empezando a dejar atrás la imagen del ‘pupas’, algo de lo que siempre ha pecado un poco la Real. Ahora el escuadrón de Simeone muerde y machaca a sus rivales, presiona como nadie y defiende como un gato ‘panza arriba’, el equipo es una pintura fiel reflejo del alma y el espíritu del ‘pintor’ Diego Pablo Simeone. Griezmann va a poder lucirse en un equipo que juega por segundo año consecutivo la Champions League, la competición favorita del galo, la de las 20:45h. Un torneo que le permitirá rutilar en los estadios más prestigiosos de la vieja Europa, una tierra que no cesa de alumbrar grandes talentos y grandes historias. Griezmann es el niño que siempre soñó con ser protagonista en una lluvia de estrellas, y por eso nos dice adiós, porque no cree que el cielo de Donostia vaya a dar para tanto. Au revoir, Antoine.



domingo, 22 de junio de 2014

¡QUE SE SIENTA EL POWER MEXICANO!

La familia realista tiene un motivo para sonreír, Carlos Vela va a continuar ligado a la Real Sociedad. El Arsenal, la Real y el delantero azteca han llegado a un acuerdo por el cual el club donostiarra va a desembolsar la cifra de 11 millones de euros por hacerse con el pase completo del mexicano. Vela, de vacaciones en estos momentos, nunca había ocultado que no descartaba la opción de seguir jugando en la Real, aunque también es sabido que ha estado más fuera que dentro de la Real en el último mes. Sea como fuere, la entente alcanzada por las tres partes es una noticia que ha causado un potente ‘shock’ en el entorno realista, que al fin ve como la directiva pega un puñetazo encima de la mesa. Ambición, determinación y coherencia, Vela se queda amig@s.

El mexicano es un jugador de dibujos animados, una anomalía entre sus compañeros de profesión, uno de los elegidos, ángel para unos y demonio para otros. A sus 25 años, el de Quintana de Roo ya ha jugado en clubes como Salamanca, Osasuna, Arsenal y Real Sociedad, siendo este último donde ha explotado y se ha convertido en un fantástico atacante, uno de los más espectaculares de las grandes ligas del viejo continente. Es un lujo de jugador, un artista y una amenaza constante para cualquier defensa. Remate, dribbling en carrera o en seco, potencia, velocidad, instinto de matador, genial asistente… Como ya se ha podido ver desde que debutase en el 2011, el crack norteamericano ha demostrado ser el auténtico faro de este equipo, iluminando noches lúgubres como aquella del 23 de noviembre del pasado año, noche en la que Vela despedazó sin piedad al Celta de Vigo anotando cuatro goles y desatando el delirio en las gradas de Anoeta.


Cuando se habla sobre ‘El bombardero de Cancún’ hay una certeza que todo el mundo conoce, es un tipo peculiar y distinto al resto. “No me apasiona el fútbol, me aburre verlo” es una frase que se le ha escuchado en repetidas ocasiones. No le gusta hablar de su profesión, no suele dar ruedas de prensa, aborrece hablar en público y además Jokin Aperribay, que le trata con mucho mimo, le permite vivir en esa especie de burbuja privada. Es simpatizante del Real Madrid, como muchos en México, pero ni mucho menos se ha declarado fanático del club merengue. Cualquiera podría pensar que un tipo de su calidad debería estar en el Barça, el Bayern Munich o la Juventus, pero parece que al ‘Manito’ Vela le mueven otros intereses. Se siente identificado con la causa realista, es feliz en Donostia y tiene el más absoluto apoyo por parte de una afición que le idolatra.

Una jugada maestra


El nuevo contrato, que le vincula con la Real hasta el 2018, le va a otorgar tiempo suficiente para ser uno de los jugadores más importantes de la historia del club donostiarra. Hasta la fecha de hoy, Vela ha convertido 47 goles y ha regalado 32 asistencias, unos guarismos al alcance de muy pocos. La Real pretende construir un equipo potente que gire en torno al crack mexicano, que es sin duda la bandera del proyecto. La continuidad del jugador es un gancho terrible, un golpe estratégico gracias al cual la Real va a ganar mucha ‘pegada’ en el mercado de fichajes. Con esta noticia, cabe esperar por ejemplo que su compañero y amigo, Antoine Griezmann, reflexione y de vueltas a la idea de irse a un club más grande. La idea de ver a ‘Zipi y Zape’ con la camiseta de la Real muchos años más es algo que podría llevar a la Real a conquistar, muchos años después, la gloria. Como rezaba el mítico tema de Molotov, “¡que se sienta el Power Mexicano!”.  


https://www.youtube.com/watch?v=P_Y7ucvpSd8

lunes, 2 de junio de 2014

ANTOINE, ¿TÚ NO ESTABAS CANSADO?

No fue un día cualquiera el de ayer para ‘nuestro’ Antoine Griezmann, no. El galo, que se prepara para el Mundial de Brasil, jugó su tercer encuentro como internacional ‘bleu’ y consiguió marcar su primera diana, frente a la selección de Paraguay. Recibió la bola en el área después de un barullo y, escorado, colocó el esférico con su pierna mala en el fondo de las redes, con mucha sutileza. El tanto sirvió para poner en franquía a la selección de Deschamps, que más tarde vería cómo los paraguayos silenciaban el Allianz Riviera de Niza con el empate de Cáceres en el minuto 89. Cabe destacar que Francia no hizo un gran partido y que sufrió mucho en la elaboración del juego desde posiciones defensivas.


El estadio explotó de alegría y Griezmann, cómo no, lo celebró con rabia y por todo lo alto. Más allá del gol, se pudo ver a un Griezmann muy activo y enérgico, con y sin balón. El de Maçon anduvo algo irreconocible en sus primeros 5’, pero después no paró de ofrecerse, tocar de primeras, realizar conducciones, probar remates, realizar desmarques… Sus asociaciones con Valbuena, Evra, Giroud y Pogba fueron cada vez más peligrosas. En definitiva, se fue calentando según pasaban los minutos; por hacer un símil metafórico, su actuación se asemejó al recorrido que tiene el fuego en la mecha de un petardo… Al final, ‘BOOM’.

La pregunta es, ¿vimos ayer al Antoine Griezmann de los últimos tres meses de liga? En mi humilde opinión, la respuesta es no. Tampoco vimos ayer al jugador que maravilló a Europa entera en los meses de noviembre o diciembre, pero ayer a nuestro joven ídolo se le veían los ojos inyectados en sangre, se le adivinaba una ambición desmesurada y una chispa que no había enseñado en sus últimos partidos del torneo liguero. Nunca sabremos si lo de sus últimos meses ligueros fue un bajón o si fue un descenso de revoluciones de ‘motu proprio’, pero lo cierto es que todo el que haya visto jugar a Griezmann estos días, en los amistosos, podría pensar que el jugador está enseñando a Deschamps una versión mucho más intensa que la que le ha mostrado a Arrasate desde finales de febrero. Parece que Antoine, que parecía aburrido y desganado en los últimos partidos de liga, ha despertado de su letargo.

Se va a hablar estos días sobre Antoine, que nadie lo dude. ‘Le petit diable’ está más fuera que dentro de la Real, esto es algo que hay que asumir. Ahora el quid de la cuestión es saber dónde va a jugar y cuánto dinero va a obtener la Real de un hipotético traspaso. Los cantos de sirena llegan desde muchas partes: Madrid, Londres, París, Turín… No obstante, más allá de las ofertas de grandes como el Real Madrid, la Juventus, o el Arsenal, parece que es el PSG el equipo que más empeñado está en hacerse con este demonio rubio que aterroriza hasta a la mejor de las defensas. Sin duda alguna, si el galo es capaz de ofrecer su 100% en el torneo mundialista y aporta a la causa con goles y asistencias, su precio estaría más cerca de los 30 millones de su cláusula, cantidad que solo parece dispuesto a ofrecer el club parisino.

sábado, 24 de mayo de 2014

TRES MESES PARA OLVIDAR

Qué larga se le ha hecho esta temporada a la Real, amig@s. El equipo, que ha acabado en séptima posición, se ha desdibujado completamente en los últimos tres meses de competición dando muestras de fatiga, desconcierto y desgana. Acostumbrados al juego preciosista y total de la temporada pasada y algunos tramos del inicio de esta misma, los aficionados realistas han visto como el equipo de Arrasate ha bajado los brazos en la segunda vuelta, dejándose llevar por la corriente hasta una séptima posición que para algunos no es ni aceptable. Es cierto que se ha conseguido el objetivo de volver a competir en Europa, pero no lo es menos que este equipo, en el que abunda el talento y la velocidad, podía haber alcanzado el quinto puesto sin demasiados problemas, e incluso pelear hasta el final por acabar en la cuarta plaza. El epílogo final, contra el Villarreal en Anoeta, fue la clara demostración del tormento que han pasado los jugadores desde finales de febrero, cuando ‘nos comíamos el mundo’ después de vencer al Barça

La victoria conseguida frente al conjunto catalán supuso un antes y un después en la temporada realista, de eso no hay duda. A partir de ahí, la escuadra donostiarra ha disputado un tercio de temporada en el que ha conseguido unos guarismos ciertamente escasos. 16 puntos en 13 encuentros, lo que proyectado a un torneo de 38 jornadas no llegaría ni siquiera a los 50 puntos. En este tramo final, justo después de aquella gran victoria en Anoeta, la Real ha recibido muchos goles, 20 en concreto, y ha sufrido hasta cinco remontadas, a cada cual más dolorosa que la anterior. En el recuerdo de todos va a quedar el partido disputado en Almería, choque que se perdió concediendo una remontada de ciencia ficción ante uno de los equipos más humildes que hay entre la primera y la segunda división. En el apartado ofensivo, el equipo ha logrado 16 dianas, gracias en parte a la espectacular aportación de Carlos Vela.

Fatiga, desgana, desconcierto, bloqueo mental, falta de ambición… Se pueden buscar muchos argumentos para intentar explicar el bajón general que ha pegado el equipo, justo en el tramo más importante de la campaña, aunque será muy difícil dar con la explicación exacta. Uno de los problemas puede que haya sido el excesivo conformismo que se ha transmitido desde el banquillo y, principalmente, desde la directiva encabezada por Jokin Aperribay. Como ya he escrito antes, no es poca cosa el hecho de clasificarse de nuevo para disputar competición europea, pero también hay que ser consciente de que la Real solo se ha ganado el derecho a disputar dos previas, situación molesta que hubiera evitado consiguiendo cinco puntos más y quedando en quinta posición. No hablo de quimeras y utopías, me refiero a metas y objetivos accesibles.


El excesivo número de partidos oficiales disputados, 53 en total, es un factor a tener en cuenta a la hora de valorar con honestidad los últimos compases de esta temporada. El cansancio puede haber hecho mella; no obstante, analizando detenidamente la temporada de otros equipos, nos encontramos con el caso del Sevilla, un conjunto que empezó a competir a finales de julio, que ha jugado 60 partidos y ha concluido la campaña de una forma espectacular, alzando la Europa League y rubricando un final de temporada de notable alto. 

¿Planificó mal la pretemporada el cuerpo técnico de Jagoba Arrasate? Bueno, la versión ‘oficial’ nos dice que tenemos un equipo joven e inexperto, que se ha acusado el cansancio y que la siguiente campaña las cosas van a ser distintas, que se va a ver un equipo más entero y curtido. La autocrítica, tanto en el vestuario como en la directiva, será importante a la hora de pararse a pensar qué es lo que le ha pasado a este equipo, que ha estado francamente irreconocible en muchos momentos del 2014. La afición arde en deseos de volver a ver una Real fuerte y con personalidad, y eso, a buen seguro, dependerá de saber aprender de los errores cometidos en esta que acabamos de concluir.