No fue un día cualquiera el de ayer para ‘nuestro’ Antoine Griezmann, no. El galo, que se prepara para el Mundial de Brasil, jugó su tercer encuentro como internacional ‘bleu’ y consiguió marcar su primera diana, frente a la selección de Paraguay. Recibió la bola en el área después de un barullo y, escorado, colocó el esférico con su pierna mala en el fondo de las redes, con mucha sutileza. El tanto sirvió para poner en franquía a la selección de Deschamps, que más tarde vería cómo los paraguayos silenciaban el Allianz Riviera de Niza con el empate de Cáceres en el minuto 89. Cabe destacar que Francia no hizo un gran partido y que sufrió mucho en la elaboración del juego desde posiciones defensivas.
El estadio explotó de alegría y Griezmann, cómo no, lo celebró con rabia y por todo lo alto. Más allá del gol, se pudo ver a un Griezmann muy activo y enérgico, con y sin balón. El de Maçon anduvo algo irreconocible en sus primeros 5’, pero después no paró de ofrecerse, tocar de primeras, realizar conducciones, probar remates, realizar desmarques… Sus asociaciones con Valbuena, Evra, Giroud y Pogba fueron cada vez más peligrosas. En definitiva, se fue calentando según pasaban los minutos; por hacer un símil metafórico, su actuación se asemejó al recorrido que tiene el fuego en la mecha de un petardo… Al final, ‘BOOM’.
La pregunta es, ¿vimos ayer al Antoine Griezmann de los últimos tres meses de liga? En mi humilde opinión, la respuesta es no. Tampoco vimos ayer al jugador que maravilló a Europa entera en los meses de noviembre o diciembre, pero ayer a nuestro joven ídolo se le veían los ojos inyectados en sangre, se le adivinaba una ambición desmesurada y una chispa que no había enseñado en sus últimos partidos del torneo liguero. Nunca sabremos si lo de sus últimos meses ligueros fue un bajón o si fue un descenso de revoluciones de ‘motu proprio’, pero lo cierto es que todo el que haya visto jugar a Griezmann estos días, en los amistosos, podría pensar que el jugador está enseñando a Deschamps una versión mucho más intensa que la que le ha mostrado a Arrasate desde finales de febrero. Parece que Antoine, que parecía aburrido y desganado en los últimos partidos de liga, ha despertado de su letargo.
Se va a hablar estos días sobre Antoine, que nadie lo dude. ‘Le petit diable’ está más fuera que dentro de la Real, esto es algo que hay que asumir. Ahora el quid de la cuestión es saber dónde va a jugar y cuánto dinero va a obtener la Real de un hipotético traspaso. Los cantos de sirena llegan desde muchas partes: Madrid, Londres, París, Turín… No obstante, más allá de las ofertas de grandes como el Real Madrid, la Juventus, o el Arsenal, parece que es el PSG el equipo que más empeñado está en hacerse con este demonio rubio que aterroriza hasta a la mejor de las defensas. Sin duda alguna, si el galo es capaz de ofrecer su 100% en el torneo mundialista y aporta a la causa con goles y asistencias, su precio estaría más cerca de los 30 millones de su cláusula, cantidad que solo parece dispuesto a ofrecer el club parisino.
El estadio explotó de alegría y Griezmann, cómo no, lo celebró con rabia y por todo lo alto. Más allá del gol, se pudo ver a un Griezmann muy activo y enérgico, con y sin balón. El de Maçon anduvo algo irreconocible en sus primeros 5’, pero después no paró de ofrecerse, tocar de primeras, realizar conducciones, probar remates, realizar desmarques… Sus asociaciones con Valbuena, Evra, Giroud y Pogba fueron cada vez más peligrosas. En definitiva, se fue calentando según pasaban los minutos; por hacer un símil metafórico, su actuación se asemejó al recorrido que tiene el fuego en la mecha de un petardo… Al final, ‘BOOM’.

Se va a hablar estos días sobre Antoine, que nadie lo dude. ‘Le petit diable’ está más fuera que dentro de la Real, esto es algo que hay que asumir. Ahora el quid de la cuestión es saber dónde va a jugar y cuánto dinero va a obtener la Real de un hipotético traspaso. Los cantos de sirena llegan desde muchas partes: Madrid, Londres, París, Turín… No obstante, más allá de las ofertas de grandes como el Real Madrid, la Juventus, o el Arsenal, parece que es el PSG el equipo que más empeñado está en hacerse con este demonio rubio que aterroriza hasta a la mejor de las defensas. Sin duda alguna, si el galo es capaz de ofrecer su 100% en el torneo mundialista y aporta a la causa con goles y asistencias, su precio estaría más cerca de los 30 millones de su cláusula, cantidad que solo parece dispuesto a ofrecer el club parisino.
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