sábado, 6 de junio de 2015

CRÍTICA de Cine: HOTEL CHEVALIER

El oscarizado Wes Anderson (Texas, 1969), director de, entre otros films, ‘Hotel Budapest’, lo ha vuelto a hacer. Su corto ‘Hotel Chevalier’, que sirve como prólogo de su nueva película ‘Viaje a Darjeeling’, sorprende por su excelsa simpleza.

Con una fotografía perfecta, la clara determinación por jugar con un color predominante y una música (Where do you go to my lovely, de Peter Sarstedt) que acompaña a la pluscuamperfección a la trama, este corto es la prueba de que en 13’ se puede contar todo lo bueno y lo malo de una relación amorosa.



Natalie Portman, arrebatadora y desenfadada, agiganta su fama de icono sexual, intimidando con un insólito carácter masculino, frases cortas y miradas sensuales a un Jason Schwartzman que, hasta que llega ella a su lujosa habitación en este hotel francés, parece estar algo perdido en la vida.




París, la ciudad del amor, es el marco idóneo para que este cortometraje demuestre que el amor y la pasión son cosas completamente irracionales.


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