Es
lo bueno de hacer las cosas rematadamente mal, que después es muy difícil -que
no imposible- hacerlo peor. Tras una temporada mala, en la que no se cumplió
ningún objetivo habido o por haber, la Real ha arrancado la pretemporada de
esta 15/16 con los ánimos renovados y con otro aire.
Sí,
ha comenzado un nuevo ciclo, y lo ha hecho bajo el mandato de la mano de hierro
de David Moyes, un técnico odiado -sigo sin saber muy bien por qué- y amado a
partes iguales por estas tierras. Con él están su segundo Billy McKinlay, Erik
Bretos, Asier Santana, Jon Alemán –este de forma provisional-, Karla Larburu, Juan
Carlos Samaniego y una nueva incorporación, el ‘coronel’ David Billows,
profesional del fútbol inglés incorporado al área de la preparación física del
club realista.
Que
no se me malinterprete con lo de “mano de hierro…”, por favor. Como ya se puede
estar viendo, las primeras sesiones de este inicio de curso están siendo duras
y exigentes. Algo que por aquí se echaba mucho de menos. Todas las casas se
deben empezar a construir con buenos cimientos, y en los equipos de fútbol los
jugadores deben sufrir lo que no está escrito en las primeras 2-3 semanas de la
pretemporada para después estar bien preparados para la batalla. Así que bien,
David, come on. El equipo, ahora en Austria, se desplazará el jueves ya hacia
tierras escocesas, donde permanecerá hasta el 13 de julio, día en el que se
enfrentarán en su tercer amistoso al Livingston FC.
Incógnitas sin resolver
Por
otro lado, el regreso a Donosti está marcado ahora mismo por las incógnitas en
las incorporaciones, y es que hasta la fecha Loren y Aperri no han estado muy
prolíficos en materia de fichajes que se diga. Cerrada ya la continuidad de
Rulli –menos mal- y la llegada de Concha, perla de la cantera del Racing, en
San Sebastián suenan y mucho los nombres de Bruma y Diego Reyes, dos jóvenes
jugadores que vendrían a apuntalar puestos de la zona atacante y la zona defensiva respectivamente. El extremo costarricense Joel Campbell es otro de los posibles
refuerzos, pero de lo que no se habla, y es algo inquietante, es de la llegada
de un delantero puro, un ‘9’ como los de antes.
Con la más que probable salida
de Finnbogason, a la Real le va a hacer falta como el comer un ‘killer’ que
pueda hacerlo mejor que Agirretxe o, en su defecto, que le haga buena
competencia al de Usurbil. Como se puede ver, el equipo está aún cogido bajo
alfileres, faltan llegadas y se espera la cesión de algunos ‘potrillos’ a
equipos de 2ª división, para que no se estanquen en la división de bronce. Este
podría ser el caso de Héctor, Oyarzun, Hervías, Iker Hernández, Capilla,
Aritz Elustondo o David Concha.
Y
digo podría porque salvo Iker Hernández, delantero con el que no cuenta Moyes,
los demás tienen la posibilidad –real- de ganarse una ficha en el primer
equipo… Habrá que seguir sus evoluciones a lo largo de estas 6
semanas de preparación.
Estos son, a falta de fichajes, las atracciones de la
pretemporada, sin olvidarme claro de los más pequeños, Igor Zubeldia (1997) y
Mikel Oyarzabal (1997). Dos ‘pipiolos’ que, después de hacer un gran año en
el juvenil de Honor, tienen ahora un premio a su esfuerzo pero, sobre todo,
tienen ante sí una oportunidad única: sorprender y convencer a David Moyes de
que pueden ser parte del equipo.
Un tal Antoine Griezmann ya lo hizo ahora hace
seis veranos. Lo más probable es que este año jueguen en el filial (a pesar de
que aún les queda un año en categoría juvenil), pero desde luego que esta
pretemporada con los mayores les va a venir muy bien. Un máster avanzado en el
fútbol de élite.
Nuevos líderes
Rulli,
Pardo, Iñigo y Vela. Los cuatro son jóvenes, pero ya tienen cierto bagaje y
veteranía en el fútbol profesional. Y los cuatro están llamados a ser los líderes
del grupo, las estrellas que marquen la diferencia dentro de un bloque en el que
jugadores como Granero, Canales, Agirretxe, Prieto, Mikel, Chory o Zurutuza deberán hacer
las cosas mejor que en la última temporada.
Otra cuestión será ver a qué
va a jugar el equipo durante todo el año. En su llegada, el técnico de Glasgow -capitán y patrón del barco txuri urdin- ya dijo que quería “hacer disfrutar a los aficionados con un juego directo y
alegre, que emocione”. Él, mejor que nadie, sabe que si se hacen bien las cosas esa máxima que pedía se podrá conseguir.
Así
las cosas, con sus cosillas aún por pulir, esta Real ya ha echado a andar.
Parece que lo hace con paso firme, aunque eso ya se irá comprobando cuando
llegue lo bueno. La Liga BBVA dará comienzo el 22 de agosto, fecha marcada en
rojo ya por todos los seguidores realistas, que anhelan ver a su equipo otra
vez en la mitad alta de la tabla, peleando por llegar a Europa en las últimas
jornadas, como no podía ser de otra manera en un club como la Real Sociedad. ¡Aurrera,
mutilak, zurekin gaude!
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