lunes, 16 de enero de 2012

EXPEDIENTE "X"

La verdad está ahí fuera. No se cansaba de repetirlo el agente Fox Mulder (David Duchovny) en la serie de ficción "EXPEDIENTE X" (su tono musical es inolvidable), esa que triunfó en los 90. Y tiene razón, la verdad siempre está ahí fuera, en el caso del fútbol, la verdad está en el verde, en el césped, el equivalente de la arena para los gladiadores de la antigua Roma. Después del rotundo fracaso que supuso ser destrozados por un equipo del montón como es el Mallorca en la Copa del Rey, era todo un misterio indescifrable averiguar cual iba a ser la reacción del equipo. ¿Habría machada y triunfo o derrota otra vez en campo maldito? Mucha gente, yo incluido, no confiábamos en las opciones de victoria del equipo, de hecho dábamos por bueno un empate en casa del tercer clasificado, o como muy mínimo una derrota digna, dando la cara, mostrando orgullo. Pero he aquí el "Expediente X" de la escuadra donostiarra, he aquí la victoria de la Real en un campo muy hostil para sus intereses, en horario de 'prime time', ante más de un millón de espectadores (eso solo a nivel estatal, de este triunfo se han hecho eco en todo el globo), después de la absoluta sumisión en Mallorca, después del rapapolvo público de Montanier y Loren, después de que les pitasen los oídos a los jugadores día tras día ... 

El once inicial de un equipo y otro ya amenazaba desde minutos antes de que comenzará el partido con ser una clave importante en el devenir del encuentro. La Real salió con gente importante al campo, tan solo Vela se quedó fuera del equipo titular (en el deseo de recuperar para bien a Prieto, creo yo), con Cadamuro como lateral izquierdo, que le está comiendo la tostada y la mermelada a un De la Bella que está a años luz de su mejor nivel. Por parte del conjunto ché, Víctor Ruiz, Soldado, Albelda y Alba (cuatro piezas claves) no salieron de inicio, bien por sanción o bien por decisión técnica. La primera parte se desarrolló en torno a un guión más o menos esperado, primer cuarto de hora arrollador de los locales, con tres opciones claras de convertir. Nada más. Por que a partir del minuto 25 la Real fue quien hizo más méritos para llevarse ese precioso botín en forma de puntos. Hasta la llegada del descanso, el orden y la seriedad fueron las principales características del juego txuriurdin, con alguna que otra llegada peligrosa, pero en cierto modo, nada reseñable, fueron centros al área que no llegaron a encontrar rematador. Mientras los visitantes se crecían, Aduriz y compañía no encontraban el modo de hacer daño y asustar a la Real, así que el siempre "paciente" público de Mestalla comenzó a pitar a sus jugadores allá por el minuto 40 (este es otro "Expediente X", la misteriosa y exhasperante actitud de la afición del Valencia). Así se llegaba al descanso, con una Real de menos a más y con un equipo local lleno de dudas y bajo de auto estima.

Combate nulo en la primera mitad. Resultado a gafas.
La segunda parte alumbró un partido nuevo, algo distinto. En los primeros minutos fue otra vez la escuadra de  Emery la que intentó ponerse por delante en el marcador por mediación de Feghouli y Aduriz en diez minutos llenos de intensidad, pero nada, todo se quedó en agua de borrajas. La Real tenía bien controlado el partido, dominaba de forma extraña el encuentro; desde la maleza, el conjunto de Montanier había encontrado la clave del partido en la oscuridad de los trabajos de contención, que desesperaban a los desacertados jugadores chés, incapaces de aportar luz al partido. Es entonces cuando apareció el adalid del ataque realista, Don Antoine Griezzman, 'Le petit diable'. Buen gol del joven galo (min 55), echábamos de menos más acierto suyo de cara a gol y este por fin lo consiguió, y además en un escenario de postín, en Mestalla. Agarró el balón cerca del área, se interno en ella, chutó, recogió su rechace y dibujó una vaselina que fue gol gracias a un leve toque en el pie de Rami. Esta versión extraterrestre del de Maçon es una noticia muy positiva para la entidad guipuzcoana, su recuperación desde hace dos meses es más que evidente, su trabajo en defensa es brutal y además, tiene fuerzas y pulmones para liderar las acometidas donostiarras con conducciones de balón vertiginosas y diabólicas, terribles para cualquier defensa. Al 100%, este genial zurdo es muy difícil de detener, vamos, 'den al César lo que es del César'. De todas formas, a pesar de la seriedad y el orden que estaba mostrando la Real, amén de algo de ambición, el Valencia tenía tiempo de sobra para remontar, 40 largos minutos, pero de nada sirvió. El buen hacer de Elustondo, Aranburu, Zurutuza, Agirretxe, Prieto, Cadamuro, Gonzalez, Demidov, Bravo, Griezzman y Estrada hizo inútil el intento de los locales por intentar cambiar la situación. Echaban en falta a ciertos jugadores, aun así el equipo que compitió contra Montanier y los suyos era de muchos quilates, de eso no hay duda. No obstante, la Real era más equipo, se acercó con verdadero peligro en otras tres ocasiones más, buscando el segundo tanto, y obsesionada con la idea de encontrar el camino del perdón de su afición, defendió con mucho orgullo y honor su renta. No hubo fisuras en el 'muro', no hubo quebrantamiento mental, la voluntad fue firme hasta el pitido final del árbitro Estrada Fernández. La Real defendió con éxito su valioso tesoro. Su verdad estaba fuera sí, en el verde, donde se demuestra todo, tanto lo bueno como lo malo. 

Alegría de la Real, ya era hora. Felicidad por un buen triunfo en un campo muy difícil.
El partido de Griezzman se recordará durante mucho tiempo. Maravilloso.
El rincón estadístico suele ser un buen aliado para valorar triunfos de esta magnitud, de esta repercusión. La última victoria de la Real en Mestalla data del 7/09/1996 (camino de la mayoría de edad), era la jornada nº 4 y el gran Darko Kovacevic firmó el definitivo 0-1 (como ahora) que daba la victoria y tres puntos muy sabrosos. Así pues, los de Philippe Montanier pagan un pequeño porcentaje de la deuda adquirida en Mallorca, se llevan tres puntazos en un estadio de Champions y añaden otra historia más a nuestro particular archivo (gigantesco ya) de "EXPEDIENTES X" realistas.

La próxima cita liguera será de vital importancia, como no, visto que el equipo se encuentra a sólo tres puntos del descenso. El nuevo Atlético del 'Cholo' Simeone visita el feudo de Anoeta el siguiente sábado a las 20.00h. Una victoria realista supondría lograr 24 puntos en la primera vuelta, un dato realmente fantástico, siendo sinceros. El equipo tratará de seguir pagando su deuda encadenando la octava jornada consecutiva sin conocer la derrota, acercándose así a la milagrosa racha conseguida en la temporada del subcampeonato (19 jornadas sin perder, tela, mucha tela).

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