viernes, 13 de julio de 2012

UN BALÓN DE ESPERANZA


El deporte como balón de oxígeno, o el deporte como vía de escape, ponerlo como queráis, pero ya es hora de coincidir en que el deporte es un nexo de unión muy fuerte. La sociedad -esa masa de personas regida por una serie de normas y leyes que tan de moda está ahora-, ha creado lazos de unión desde el momento en el que existió. La palabra, la escritura, la madre naturaleza, la familia, la religión, la profesión, el género… Hay muchos lazos de unión en esta gran familia llamada “Humanidad”, pero en este reportaje me toca hablar del deporte como instrumento de combate ante la marginación social de los más desamparados, del deporte como una bombona enorme de ilusión y del deporte como una escuela de valores y principios vitales para ellos, los que vienen del otro lado del charco, y para nosotros, los que tuvimos la “suerte” de nacer aquí.

La “Donosti Cup” es un orgullo para Guipúzcoa entera, esto ya es un hecho irrefutable. Más de 20 años contemplan ya a este prestigioso torneo que ha tenido el honor de ver competir a cientos y cientos de equipos venidos de más de 40 países distintos repartidos por todo el globo terráqueo. Por lo tanto, si hay algo que distingue a esta competición de otras muchas es su apuesta por la diversidad (gracias entre otras cosas al programa ‘Donosti Cup World’) y por no olvidarse de los más necesitados, gente que necesita de la atención del primer mundo para sentirse útiles y trascendentes en un ritmo social que a veces va demasiado deprisa como para pararse a pensar en ellos. Ese valor incalculable de la diversidad y esa apuesta por la humanidad del deporte es lo que ha hecho que en esta edición número XXI, varios chicos del humilde y lejano  municipio de Tacuba (perteneciente a la ciudad de Ahuachapán, El Salvador) hayan podido venir hasta Donostia a competir en busca de una gloria lejana pero ni mucho menos imposible. Toneladas de ilusión, felicidad y energía que han sido provocadas por el trabajo y la dedicación del Padre Miguel Andueza, un misionero que lleva en Centro América (con la fundación ADIC) más de 30 años viviendo su realidad de pobreza y por encima de todo, un ser humano de la cabeza a los pies, que no ceja en su empeño de promover el fútbol base allí, en las escuelas de El Salvador, sabiendo que el deporte es una enorme fuente de paz, compañerismo y salud.

Golazo del "10" de TACUBA en la victoria de Hernani.
Pero este fraile de Bergara no ha estado solo en esta iniciativa tan importante para el pueblo salvadoreño, ya que como él mismo reconoce “esta aventura no hubiera sido posible sin la ayuda económica de diversas fuentes, viendo además que este periodo de crisis afecta a casi todo el mundo…”. La Real Sociedad, gracias a la intervención de José Luis Goñi, un directivo txuri-urdin que conoce bien este país de Centro América, participó activamente en esta iniciativa de la mano de la propia organización del torneo, con Iñigo Olaizola al mando y con el ex Diputado General de Guipúzcoa, Iñaki Galdos. Gracias a esta jugada a cuatro bandas toda esta aventura se ha hecho realidad y la sociedad euskalduna -representada en la Real Sociedad, la “Donosti Cup”, la Diputación Foral Guipuzcoana y ADIC, la O.N.G que promueve el padre Miguel Andueza- ha demostrado que no olvida que “dar es más grato que recibir”.

El proceso de “fragua” del equipo que ha llegado hasta aquí y la selección de los jugadores que han formado este combinado de salvadoreños estuvo marcado por el “Torneo Real Sociedad-Tacuba”, promovido y estimulado por la propia Real Sociedad, donde cientos de chavales (de edades comprendidas entre los 16 y 19 años) de las zonas colindantes a Tacuba pudieron participar y competir en busca de una plaza hacia el sueño de cruzar el charco. No puede ser fácil descartar a muchachos de estas tierras para un premio tan bonito, pero el técnico (estratega se les llama allí en El Salvador) Remberto Santillana se partió los sesos para hacer la convocatoria más justa posible ya que la ocasión lo merecía. Así es como nació un equipo formado por “jóvenes que no se conocían entre ellos y que entrenaron con dedicación durante tres meses,  cuatro horas a la semana, con la idea de crear un equipo auténtico y representativo de un municipio campesino y humilde como Tacuba” relataba el Padre Miguel Andueza. Un equipo que, sorprendiendo a muchos, ha dejado el pabellón bien alto a pesar de no llegar a disputar las finales, incidiendo en el hecho que fueron eliminados (perdiendo 5-3) en un partido muy igualado contra Peñaflorida, los que serían dos días después subcampeones. Lo cierto es que en todos los encuentros se ha apreciado una dosis más que interesante de fortaleza física y mental en tareas defensivas, aderezada con gotas de velocidad y calidad en los movimientos para el ataque, muy representativas de un fútbol siempre tan vistoso como el de Centro América y Sudamérica. Lo dicho, hay que felicitarles de verdad porque la imagen del fútbol salvadoreño, no solo para mí en particular, ha salido bastante fortalecida. Andueza me explicó esta positiva actuación de los jugadores aludiendo al hecho de que “son chavales de origen campesino, muy disciplinados y que se amoldan bien a muchas situaciones, pero sobre todo han demostrado tener personalidad y ambición”.  

El cuadro salvadoreño visitando el puerto de Donostia.
¿Y cómo ha recibido la sociedad donostiarra a estos jóvenes de El Salvador? Bajo el punto de vista del Padre Miguel “los chavales han recibido el apoyo y el cariño de muchos vecinos y aficionados al fútbol de la ciudad, que siempre se alegran de conocer esta ‘visión global del deporte’, algo que posibilita que gente de muchos rincones del mundo venga a competir hasta nuestra ciudad, esto a los donostiarras les emociona mucho”. Si, este año una de las notas de color la ha puesto este equipo de jóvenes que se muestran siempre orgullosos de su patria, El Salvador, y que han representado con mucho coraje al municipio de Tacuba (5.000 habitantes), una zona campesina con la humildad y el trabajo por bandera, que para más inri fue una de las zonas azotadas por la desgracia, con el monstruoso paso de aquel famoso -y lejano para nosotros- huracán “Mitch” en el lejano 2001.

El "descanso" de los guerreros salvadoreños en Zubipe, Hernani.
“Las playas, las altas y modernas edificaciones, la enorme diversidad de gente en el torneo, los diferentes idiomas, los campos de hierba, la bienvenida que el pueblo donostiarra les ha otorgado…” todas estas cosas menciona M. Andueza a la hora de comentar que es lo que más les ha gustado a los chavales en esta aventura inolvidable. El gusto de conocer Donosti será para ellos una experiencia para el recuerdo, imborrable. La semilla de ilusión que se ha plantado en el pueblo salvadoreño gracias a esta legión de jóvenes futbolistas tiene visos de que florecerá dentro de no mucho, y esperemos que gracias a esta iniciativa el deporte este más presente en las calles y escuelas de Ahuachapán y otras grandes ciudades salvadoreñas, porque eso significará que lo hecho hoy tendrá trascendencia en el mañana.

“Con esta experiencia he cumplido un sueño” afirma el Padre Miguel. Ha cumplido un sueño y ha hecho felices a muchas personas y por mi pensamiento pasa que quizá las altas esferas deberían pensar en colocar como ejemplo a seguir (dándoles más publicidad a sus actos) a personas como el padre Andueza en vez de dar tanta cancha a Messi o Cristiano. Así que ojalá este fraile de Bergara siga teniendo unos sueños tan altruistas, que en estos tiempos tan negros siempre es bonito ver como hay personas que siguen preocupándose de los más necesitados, tratándoles como si fueran hermanos. Como venía diciendo, el deporte, esta vez no como circo y espectáculo, sino como una gran vía de escape, algo que sin duda ayudará a estos chicos salvadoreños a enfrentarse a la realidad de allá con más brío e ilusión.

Los técnicos Remberto y Moris en el Palacio de Miramar.
PD: Agradecimiento especial a la Real Sociedad, a la organización de la “Donosti Cup”, al ex Diputado General de Guipúzcoa Iñaki Galdos, al Instituto Nacional de los Deportes en El Salvador (INDES), que fue el organismo que otorgó los uniformes para jugadores y cuerpo técnico del equipo TACUBA-EL SALVADOR, al entrenador Remberto Santillana y al director del complejo educativo “José Martí”, Moris Morán.

Plantilla del equipo TACUBA-EL SALVADOR para la “Donosti Cup 2012”:
Cristian Enrique / Gerardo Alas / Wilber Tubar / Edwin González / Alex Díaz / Aldair Castaneda / Ever Adilson / Jonathan Hector / Jeremías Esteban / Rubén Morazán / Samuel Galicia / Cristian Okely / Broni Reinosa / Ever Antonio / Juan Ricardo Godinez y Levy Rendon

PLANTILLA DE TACUBA-EL SALVADOR "DONOSTI CUP 2012" (Hernani)








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