sábado, 10 de mayo de 2014

INCIERTO FUTURO DE JOSÉ ÁNGEL EN LA REAL

José Ángel ha vuelto al ostracismo, ese lugar que conoció demasiado bien la pasada temporada de la mano de Montanier. El jugador asturiano ha visto como su papel en el equipo ha variado drásticamente en las últimas jornadas, coincidiendo con la plena recuperación de Alberto De la Bella. ‘Cote’, cedido por el AS Roma, estaba teniendo un buen año, gozando de minutos y de confianza por parte del cuerpo técnico. Con la lesión de De la Bella en el mes de diciembre, su cuota de protagonismo se disparó y llegó a jugar muchos partidos de manera consecutiva. Ahora, para su desdicha, ha desaparecido del once inicial de Jagoba Arrasate, quien parece apostar plenamente por su competencia, un De la Bella que en julio cumplirá cinco años como jugador realista.


La cesión del ex del Sporting se termina en junio y en el club no ven nada clara la opción de acometer su fichaje. El equipo romano ha tasado en 3 millones de euros la operación, pero tanto el cuerpo técnico como la directiva txuri urdin creen innecesario tener que pagar ese dinero. En la Real se tiene muy en cuenta que Yuri Berchiche, propiedad de la Real, es más joven que el asturiano y se está saliendo en la maravillosa temporada del Eibar. La situación es, por así decirlo, delicada, más sabiendo que el asturiano es un jugador que agrada a la gran mayoría de la afición.

El futbolista, que siempre se ha reconocido a sí mismo como un lateral ofensivo, destaca por su velocidad, potencia, buen manejo de balón y excelente golpeo con su pierna izquierda. En su debe, quizá, esté el hecho de sus escasas aptitudes defensivas, siempre mejorables en cualquier caso. No obstante, y como él mismo dice, “cuando defienda más, me echarán en cara el hecho de no haber subido más y cuando suba y aporte en ataque, me dirán que he defendido mal”.


De este modo, con la más que probable incorporación de Yuri al primer equipo y la finalización del contrato de cesión del asturiano, es necesario abrir un nuevo escenario y pensar qué es lo que se puede hacer con un jugador de calidad como ‘Cote’. No son pocos los que opinan que ubicarle en el puesto de extremo izquierdo, como ya lo hiciera Montanier, sería una idea buena y positiva para todas las partes. Al ser casi más carrilero que lateral, este puesto, en principio, no tendría por qué resultarle extraño ni desconocido. Sus galopadas, caracoleos y centros desde el flanco izquierdo siempre han supuesto un constante peligro y dolor de cabeza para el rival de turno.

El verano, de todas formas, se presenta calentito en las oficinas de Anoeta. Centrándonos exclusivamente en la parcela ofensiva del equipo blanquiazul, el único que tiene su presencia garantizada en el equipo es Imanol Agirretxe. La continuidad de Vela, Chory, Seferovic e Ifrán es dudosa y, en el caso de Antoine Griezmann, se empieza a dar por sentado que no va a seguir en San Sebastián. Por lo tanto, con las probables salidas de Griezmann y Chory, muy enojado con su situación actual, la parte ‘siniestra’ del ataque realista quedaría totalmente huérfana.


Pablo Hervías es uno de los que opositará para ocupar esa vacante, y José Ángel, que ya ha declarado que es muy feliz en la capital guipuzcoana, espera impaciente señales de Loren o de Aperribay, “es el club el que tiene que valorar mi continuidad” decía hace escasas fechas. Con Hervías y ‘Cote’ la banda izquierda estaría cubierta con dos jugadores eléctricos pero de perfiles distintos. El riojano y el asturiano, diestro y zurdo respectivamente, le darían a Jagoba Arrasate la opción de elegir entre dos opciones distintas, ambas interesantes y atractivas para el alegre y veloz juego que debe desplegar esta Real Sociedad. Así las cosas, habrá que estar atento a las evoluciones y a los ‘tejemanejes’ del culebrón “José Ángel” y las posibles negociaciones entre la Real y el club romano.


miércoles, 7 de mayo de 2014

EN BUSCA DEL GOL PERDIDO

Estamos en el mes de mayo, el calor empieza a apretar, las nubes ya no se empeñan en ponerle tantas trabas al cielo azul y la Liga, ¡ay la Liga!, está llegando a su fin. En los estertores del campeonato liguero, donde quien más quien menos se está jugando las habichuelas, los aficionados de cada equipo hacen un repaso mental de lo que ha sido el curso y, cómo no, de lo que pudo ser y no fue. El análisis exhaustivo de cada ‘futbolero’ consta, obviamente, de cosas buenas y cosas malas. Normalmente, cuando el resultado final de la temporada no es el deseado impera en el pensamiento general todo lo negativo que uno haya podido observar a lo largo de todas las competiciones.

En esas estamos algunos seguidores de la Real Sociedad, insatisfechos con el tramo final del equipo, y pensando qué es lo que se ha hecho mal, cuál es la razón por la que no hemos peleado el cuarto puesto hasta la última fecha. Las comparaciones, sobre todo en términos deportivos, casi siempre son odiosas, lo sé, pero si miramos cuales son las diferencias entre la pasada temporada y esta, podremos comprobar que el equipo ha perdido gol. Ahí es donde surge la figura de Imanol Agirretxe, delantero que está sufriendo los gajes propios del oficio del ‘matador’. A dos jornadas para finalizar la temporada, ‘Imagol’ suma siete goles, ocho menos que los que consiguió el pasado curso. El bajón, tal y como se puede ver, es notable.



Sin duda alguna, a la hora de ‘juzgar’ y calificar la campaña de un jugador, hay que ponerse en contexto, individual y generalmente. En el plano individual, Agirretxe está pagando demasiado caro la rotura de fibras que sufrió en plena pretemporada, la misma que le privó de disputar la previa de la Champions League y la misma que impidió su puesta a punto hasta bien entrado el mes de octubre. Tanto sufrió por esa maldita lesión, que sus dos primeros goles tuvieron que esperar hasta la decimosexta jornada, contra el Betis en Anoeta. Su temporada ha estado llena de altibajos, con picos altos y bajos en su forma física y, para más inri, a Arrasate le costó algo de tiempo darse cuenta de que el equipo con Agirretxe funciona mejor que con Seferovic.

En cuanto al juego del equipo, lo cierto es que la incidencia del ariete guipuzcoano ha descendido notablemente esta temporada, hecho que sus compañeros están padeciendo. Sus tantos logrados frente a Betis (2), Villarreal, Getafe (2), Almería y Valencia sólo han servido para que la Real obtenga 7 puntos, una cifra que está muy lejos de los 28 que dio en la 12/13. Más allá de los datos referentes a su rendimiento, se da a entender que el usurbildarra ha sido uno de los más perjudicados con las salidas de Montanier y, sobre todo, de Asier Illarramendi. El de Mutriku era el hombre que hacía cumplir a rajatabla todos los puntos del ‘Libro de estilo’ del entrenador francés, quien apostaba por un modelo de juego dinámico y lleno de combinaciones, sistema que favorecía mucho a las características del juego de Agirretxe.



Ahora, ya sin Illarra y con el ‘Panzer’ usurbildarra intentando encontrarse a sí mismo, la imagen del equipo ha variado sobremanera. Granero, jugador que vino para tapar el hueco de Illarramendi, se lesionó de gravedad en septiembre, y el equipo, sin un conductor adecuado para canalizar el juego, vive, en demasiadas ocasiones, inmerso en la vulgaridad del clásico ‘patadón parriba’. Solo la luz y el talento de Vela, Griezmann y ahora Canales han otorgado ese punto de chispa y alegría que todo ataque necesita. Entre el francés y el mexicano suman 31 dianas, un número que está en las antípodas de los 9 que acumulan entre Seferovic y Agirretxe, los dos hombres con los que contaba Jagoba a principio de temporada para el puesto de delantero centro.

Puede que las estratosféricas marcas que están alcanzando dos pipiolos como ‘Zipi y Zape’ estén ensombreciendo demasiado el papel de Agirretxe, uno de los héroes el pasado curso, pero lo único cierto es que sus goles y sus asistencias (solo dos este año) se están echando mucho de menos. Lo bueno de todo es que el jugador posee una calidad innata fuera de toda duda, y eso, en primera división, vale oro. Su talento a la hora de definir, su juego de espaldas, su capacidad en el plano aéreo, el remate al primer toque y su habilidad a la hora de asociarse son las cualidades que definen a Imanol, el ‘matador’ realista. Habrá que confiar en ver a un buen Agirretxe en estos dos últimos partidos, y sobre todo, habrá que tener fe en que el jugador complete una buena pretemporada y nos demuestre el siguiente curso que lo de este año ha sido solo un borrón en su carrera.



lunes, 31 de marzo de 2014

HEMORRAGIA REAL


La Real Sociedad se está desangrando, amig@s. Esta vez no ha sido un 6-1 en Chamartín, o un 0-6 en Anoeta contra aquel Barça de Alfonso y Christanval. No, esos eran golpes “previsibles”, dentro de lo que cabe. Sí, son accidentes muy fuertes en los que te rompes un par de costillas, tienes alguna que otra fuerte contusión y puede que pierdas algo de sangre, pero esos accidentes son puntuales. Esta vez las heridas no las infligen los todopoderosos del campeonato, esta vez los castigadores son los más débiles ‘del patio’. Son los partidos más fáciles a priori los que están condenando al cuadro donostiarra a perder, poco a poco, toda la ‘sangre’ que le hacía falta para llegar como un auténtico toro al tramo final del campeonato liguero. Ahí, donde se parte todo el bacalao, el equipo realista tenía todas las de ganar ya que el calendario perjudica a Sevilla, Athletic y Villarreal. Pero lo dicho, los pupilos de Arrasate, por culpa de las mil y una heridas sufridas frente a los más pobres, deambulan sin rumbo ni alma, como aquellos soldados de “Apocalypse Now” en la jungla de Vietnam.

Las estadísticas reflejan que el equipo blanquiazul tiene unos guarismos ciertamente mediocres frente a los equipos de la zona baja de la tabla. Analicemos primero los partidos de los realistas fuera de Anoeta en los estadios de esos equipos que pelean por no caer en las llamas del infierno. La Real ha jugado ya en Vallecas, Elche, Getafe, Almería, Valladolid, Pamplona y Málaga (le falta jugar en el Benito Villamarín). En estas siete visitas, un equipo ‘Champions’ como el gipuzkoano solo ha sido capaz de sacar un tercio de los puntos en juego, es decir, 7 de 21. En Anoeta es otra historia, ya que la Real ha goleado a todos menos al Rayo y al Málaga, equipos que se llevaron una victoria y un empate respectivamente. Para más inri, el equipo dirigido por Jagoba Arrasate se ha dejado infinidad de puntos en choques en los que había cogido ventaja. Esta situación se dio contra el Rayo en Anoeta y en las visitas a Almería, Getafe, Valladolid y Pamplona. El juego del equipo va a menos, eso es una obviedad, pero el problema es que la fortaleza y la concentración del plantel, aspectos también cruciales, están empezando a flaquear sobremanera.

La derrota contra el Rayo fue un grave traspiés
Por muy doloroso que sea, conviene observar y estudiar esta lista de resultados. La realidad es que ahora el cuarto puesto está lejos, alcanzable, pero lejos. ¿Qué hubiera pasado si se hubiese ganado en Almería y Getafe? Solo con haber aguantado esas dos ventajas el equipo txuriurdin estaría ahora con 55 puntos, a solo un punto de los vecinos de Bilbao. Entiendo que hablar ‘a toro pasado’ es sencillo, pero hay que comprender que estas estadísticas son demoledoras, y hablar e informar de ellas no hace sino mostrar una realidad. Cierto es que el calendario, en estas últimas siete jornadas que restan, favorece a la escuadra donostiarra. No obstante, todo parece indicar que habría que marcarse un sprint final antológico para poder llevar a cabo una enorme remontada en la tabla y acabar en la tan ansiada cuarta posición. Los últimos dos partidos del campeonato, en San Mamés y en casa contra el Villarreal, tendrían que ser vitales para alcanzar ese objetivo. Es una quimera, pero el fútbol es un deporte para soñadores.

En Almería todavía no se lo creen. "Jagoba, sé fuerte"
Dejando a un lado la ‘hemorragia real’ que sufren los txuri urdines frente a los equipos más pequeños de esta Liga, hay otra cuestión que está ‘mosqueando’ un poco a un sector de la afición. Desde la directiva y el cuerpo técnico no para de repetirse el mensaje que dice “repetir en competición europea es algo al alcance de muy pocos, es un éxito”. Sí, es cierto. Volver a competición europea sería una noticia feliz para la Real… Pero lo que nadie quiere explicar es porqué la Real ya no juega a fútbol, lo que nadie quiere afirmar es que es inadmisible lo sucedido frente al Almería, lo que nadie de ahí arriba quiere entender es que el nivel de la Liga española ha bajado escandalosamente en los últimos dos años y lo que nadie quiere afrontar es que este equipo, con estos jugadores, está empezando a naufragar en un mar de dudas y desidia, por culpa de una inercia muy negativa. El cuarto puesto nunca ha estado inalcanzable, que nadie os impida ver la realidad. Aquí lo único cierto es que el equipo ya ni se reconoce a sí mismo, que se ha dejado una cantidad ingente de puntos contra equipos que van a jugar el año que viene contra la Ponferradina, que varios pesos pesados del vestuario están en muy baja forma y que el entrenador, ese ‘enfermo del fútbol’, no es, hoy por hoy, el magnífico estratega que algunos nos querían hacer ver. Él es uno de los cirujanos que debe ponerse manos a la obra para intentar detener, lo antes posible, esta maldita hemorragia.


El sabor de boca empieza a ser algo amargo

lunes, 24 de febrero de 2014

NO SABEN GANAR... NI PERDER

El otro día pudimos ver un nuevo caso de impertinencias y lenguaje chabacano por parte de trabajadores y miembros del cuerpo técnico del ‘todopoderoso’ FC Barcelona. Llueve sobre mojado, ¿no? Si hace escasas fechas demostraron su poca elegancia a la hora de saborear un triunfo, la noche del sábado, desquiciados y desesperados por el ‘baile’ que les metió la Real, exhibieron su nula capacidad de mostrar honradez y caballerosidad en la derrota. El Barça, club señor donde los haya (o eso dicen), camina sin rumbo fijo en los últimos tiempos, está día sí y día también ‘a los pies de los caballos’ y parece que esta engorrosa situación está empezando a afectar a los protagonistas de la película, estrellas mundiales del balompié. Más allá del extraño pasotismo de Messi, de la espantada de Rossell y el dantesco espectáculo del fichaje de Neymar, ahora los culés están empezando a mostrar una oscura y fea faceta de su personalidad que, o estaba muy escondida, o acaba de emerger de lo más profundo de sus corazones.


Ya hasta los menos sospechosos se manchan las manos de ‘sangre’ y caen en comportamientos indignos e impropios de un club modélico como lo es el Barça. Sí, vale que el otro día hubo motivos para la frustración y para la ira. El huracán txuri urdin dejó ‘hecho papilla’ el orgullo  del titán catalán, pero hombre, en esas situaciones hay que recurrir al ‘seny, los valors y la humiltat’, por favor. ¿No visteis vosotros un tanto desquiciado al ‘Tata’? El técnico argentino, siempre elegante y cortés en todas sus apariciones públicas, fue expulsado en el descanso del encuentro por insultar al segundo de Arrasate, Lumbreras, “¡eres un pelotudo, ya la liaste el otro día y la vas a liar hoy!” le dijo el ex de Newells, ni corto ni perezoso. Así no, Martino, hay que mantener la cabeza fría y la boca cerrada. El otro caso fue aún más raro, quizás por inesperado. Carles Naval, delegado del Barça desde hace muchos años, marchó directo al vestuario realista al término del encuentro y, enrabietado, se dirigió al equipo de la siguiente forma, “disfrutar del momento que ya la cagaréis con los otros (¿?), ¡por cierto! Os recuerdo que la final de Copa es el 16 de abril…”. Comportamiento muy infantil. Mal Carles, ‘molt mal’.



Supongo que en Catalunya, el sector más afín al Barça se debió sentir muy molesto por que un equipo como la Real, humilde pero grande como el que más, les humillase de esa forma y con ese resultado, que pudo ser más doloroso si los txuri urdines no se hubiesen relajado los últimos 15’. Pero deben entender que en el deporte es de vital importancia saber perder y saber ganar, porque los éxitos y los triunfos, como todo en esta vida, siempre llegan a su fin. La Real Sociedad, club centenario que representa a la ciudad de San Sebastián y a toda la provincia de Guipúzcoa, asestó el pasado sábado un terrible golpe a la moral del FC Barcelona. Si dicen lo contrario y hablan de una derrota más, yo prefiero no creerles. Lo único que intentan con ese discurso es menospreciar y quitar valor a la ‘tunda’ que recibieron por parte del club donostiarra. Y bueno, que a los hechos me remito. La actitud y el comportamiento que han tenido tipos como Busquets, Martino, Carles Naval, Fábregas, Valdés, Xavi y otros en estos últimos duelos con la escuadra de Arrasate son los rostros de la descomposición interna del Barça. El ‘teatro’ de la vida, mientras unos ríen, otros lloran.


viernes, 10 de enero de 2014

LOS HIJOS DE ÍCARO

“Es imposible ganar siete Tours sin doparse, todo esto se ha tratado de una gran mentira que resultó perfecta durante mucho tiempo”, son las palabras de Lance Armstrong, héroe para algunos, por su valentía de afrontar ante las cámaras esos hechos, y villano para otros, que no perdonan más de 10 años de mentiras y burlas a la deportividad. Para mí no deja de ser un mentiroso más, no he dejado que sus lágrimas de cocodrilo empañen mi objetividad, no he dejado que su discurso acerca de su familia me emocione y no me creo que sienta rabia y dolor por hacer lo que ha hecho. Si el señor Armstrong se sentó con Oprah es porque estaba, más que nunca, entre la espada y la pared, es porque va a sacar un dineral de esa entrevista y es porque sabe que a mucha gente le encanta la parafernalia de la TV.


Lance ha herido casi de muerte al ciclismo, aunque vaya, empiezo a creer que si hay un deporte inmortal ese es el de las dos ruedas y las ascensiones infernales, que congrega ante el televisor a millones de telespectadores todos los veranos desde hace ya mucho tiempo. “Todos se dopan” piensa el ‘pueblo’, es una idea que cada vez tiene más calado y más fuerza. Si no, ¿por qué Indurain, Contador u otras grandes figuras se cuidan tanto de criticar al otrora ídolo del ciclismo? Lo único que sé es que entre todos se están cargando la credibilidad del ciclismo, veremos hasta dónde llega su crédito.
El amigo Armstrong se une de esta forma a la extensa lista de ‘juguetes rotos’ del deporte de élite, integrada por atletas que no quisieron reconocer que habían llegado a sus límites, que no quisieron afrontar la mediocridad –o legalidad- en la que otros viven. Marion Jones, Diego Armando Maradona (más por mala vida que por querer mejorar su rendimiento), Ben Johnson, Martina Hingis, Marco Pantani, Barry Bonds (un mito del beisbol en los EEUU), Marta Domínguez, Johan Muelegg, Andre Agassi… Todas estas estrellas del firmamento deportivo llegaron a lo más alto en sus disciplinas, firmaron contratos multimillonarios y tuvieron tratamiento de dioses, pero ¿alguien se esforzó en educarles para aceptar la derrota o intentó enseñarles que el fracaso es parte del juego y del deporte? La respuesta es no. Como engullidores profesionales que somos de todo tipo de deportes, no nos interesa en absoluto.

Enseñar a un gran atleta que perder es solo una fase más de la competición es como perder el tiempo, “no lleva a ningún lado” podrán pensar algunos. Lo que si nos interesa es que lleguen cada vez más alto y más lejos, sin duda alguna, ¿pero a qué precio? Hay muchos deportistas que no están preparados para el fracaso, que no asumen que tienen que desaparecer del ‘podio’ y por lo tanto sienten la necesidad de frenar, sea como sea, esa inevitable caída. Viven una ascensión meteórica hasta las estrellas para luego ser enterrados en noticias de segunda fila. Es duro, pero es así, la prensa tiene su punto de responsabilidad en todo este asunto, no podemos estar creando día sí y día también héroes y villanos.

Las ilusiones de muchos, sobre todo de los más pequeños, se desvirtúan y se rompen cuando conocen que todas estas historias de superación y éxito estaban construidas a base de mentiras y oscuras ambiciones. Todo por una sociedad que parece obligarnos a ser más alto, más guapo y más fuerte que nuestro vecino. ¿Me equivoco?

Me viene a la cabeza el caso de Ícaro, un perfecto ejemplo para ‘ilustrar’ el ocaso de estas grandes estrellas, que son como los 'hijos' de Ícaro. Un personaje de la riquísima mitología griega, con un final trágico, como casi todos. Se le advirtió que si volaba demasiado cerca del sol sus alas se quemarían, pero la codicia y el egoísmo del joven le hizo volar más y más alto, hasta casi tocar el sol. Como era de esperar, perdió sus alas, y ante la horrorizada mirada de su padre (Dédalo), se precipitó sin remedio al abismo de la muerte. No todos pueden ser tan altos como la luna y tan brillantes como el sol. El deporte es vida, no mentira.

jueves, 31 de octubre de 2013

LA TORMENTA IMPERFECTA

Qué felices eramos y qué bonito era todo, ¿eh? Ayer a las 21:30h la afición de la Real Sociedad no cabía en sí de júbilo y satisfacción. La escuadra donostiarra dominaba con insultante superioridad el marcador y la posesión del balón, caminaba alegremente por una llanura de tranquilidad, con el horizonte despejado y el sol ahí arriba, guiñándole un ojo, en plan 'colegueo'. Parece que es el clásico desarrollo de un partido plácido, pero, vaya, no todos los cuentos tienen finales felices. A las 21:32h aparecieron las primeras nubes de evolución que enturbiaron, en cierto modo, el ambiente de serenidad absoluta que habían conseguido jugadores, cuerpo técnico y afición. "¿No se pondrá a llover ahora, no?" seguro pensaría más de uno. Ese 'estado zen' que habíamos adquirido tan surrealistamente (el segundo de Griezmann es un chiste muy malo de Rueda) amenazaba con esfumarse rápidamente. Oh, mierda... así fue. A las 21:35h comenzó a arreciar la lluvia con fuerza, muchísima fuerza. El trabajo de unos buenos 70', llenos de autoridad y calidad, se fue al garete gracias a la fragilidad del equipo, que se desplomó con el 1-2, dando lugar instantes después al empate.

"Esto es primera división, si puedes matar un partido, tienes que hacerlo"
Jagoba Arrasate.

El temporal siguió azotando con fuerza y a los txuri urdines les parecía estar viviendo una pesadilla. Los errores de concentración de Mikel, Markel y Cadamuro, entre otros, propiciaron una remontada exprés más propia del Real Madrid de Capello, aquel del 'clavo ardiendo', y no del Valladolid de JIM. El agua que descargaron las nubes caló hasta los huesos de los guerreros realistas, haciendo que cundiera en ellos la desazón y el nerviosismo. En lugar de levantar la cabeza, inflar el pecho y capear el temporal, dieron paso a un aluvión de juego y empuje de su rival. El Nuevo José Zorrilla parecía La Bombonera, no exagero. La grada enloqueció gracias al vuelco en el marcador y creyeron, con razón, en una remontada que se recordaría durante mucho tiempo por esas tierras. La tormenta perfecta estaba a punto de desatarse, con toda su furia, en tierras vallisoletanas. La Real estuvo K.O. durante 12 interminables minutos, hasta que llegó el culmen, el clímax de esta tragicomedia o novela de terror, como se quiera ver.


Eran las 21:47h y al menos yo, no sé vosotros, tenía un disgusto encima de campeonato. Mikel había hecho un penalti clarísimo, muy descarado. El error, flagrante a mi modo de ver, lo cometió por contagio. Contagio de un escuadrón de hombres nerviosos y llenos de canguelo, quienes no sabían ni por donde les daba el aire, y por lo tanto, estaban predispuestos a errar en situaciones límite. Afortunadamente, siempre hay una pieza en estas batallas que no se mueve igual que las demás, que no está sujeta a las mismas leyes de los defensas, medios y delanteros. Benditos cancerberos, y bendita su locura. Claudio Bravo, el capitán de Chile, ajeno a los nervios de la tropa realista, decidió interrumpir la tormenta perfecta. Detuvo el penalti de Ebert, un especialista en estas artes, y desquició a toda la familia del Valladolid, que ya se relamía pensando en las mieles de un triunfo inverosímil. Tormenta 'interruptus'.


Lo que pudo ser un cuento tranquilo y feliz, terminó con Arrasate y sus hombres al borde de un precipicio gigantesco. Créanme que la derrota habría sido un palo tremendo, mayor de lo que pensamos, más si cabe después de la evolución vista en las últimas dos semanas. Alegría, relajación, sensación de superioridad, nervios, confusión, terror, pánico y alivio, mucho alivio. En fin, que ha vuelto Claudio Bravo, y además por la puerta grande.


jueves, 24 de octubre de 2013

SIN PLAN, SIN PUNTOS

Un invitado sorpresa se coló ayer en la loca fiesta de los 6.000 seguidores realistas en Old Trafford. El ya conocido 'autogol', unas veces querido y otras odiado, decidió el destino del choque entre el Manchester United -Goliath- y la Real Sociedad -David-. La Real se presentó en el 'Teatro de los sueños' con un plantel a priori de garantías, pero con lo que nadie contaba (o no queríamos contar) era con la posible empanada con la que podríamos salir en los primeros 20'. Lamentablemente, así fue. La escuadra de Arrasate no entendió muy bien su 'papel' a interpretar, eligió mal los momentos para equivocarse y tuvo la suerte de que los 'actores' del United eran los secundarios, de lo contrario la derrota hubiera sido más abultada. El equipo donostiarra, arropado por una afición maravillosa, no supo hincarle el diente al peor United de los últimos 15 años, no supo librarse del miedo escénico, y lo que es peor, no fue fiel a su idea de juego. Falta de oficio, nervios, mala suerte, escasa ambición, nula concentración... Esta es la historia de un sueño que acabó por convertirse en pesadilla.


La primera función de la obra se podría titular "Crónica de un suicidio", escrita y dirigida por Jagoba Arrasate, protagonizada por buena parte del once inicial. La primera jugada, la que definió el resultado final, fue el resumen perfecto de este primer acto. El miedo escénico de un escenario tan majestuoso como lo es Old Trafford oscureció la mente del plantel realista, los nervios agarrotaron pies y cabeza y la concentración y la agresividad brillaron por su ausencia. Así es como se podría describir el 'autogol' de Iñigo, en el primer minuto (como dolió). "La primera en la frente", como diría aquel. El golpe fue, además de absurdo, espantosamente duro, pero los miles de seguidores realistas no pararon de intentar reanimar a ese equipo moribundo que esperaba a que arreciase el temporal. Rooney, Kagawa y Giggs -Sir Ryan Giggs-, dieron una clase magistral de 'football' mientras lideraban las acometidas de los 'Red Devils' : regates, conducción, controles orientados, fortaleza física, velocidad, coordinación, liderazgo... Este trío de ases puso en jaque a una defensa realista que estaba echa un 'flan'. Debido al bajo estado de forma de Mikel e Iñigo (hay que recuperarlos como sea), pudimos disfrutar de la mejor versión de Claudio Bravo, que atajó y cerró todas las vías de agua que provocaban sus compañeros en la defensa. Lo único destacable de esta ínclita primera mitad fue el arrojo y la intensidad de Griezmann (fantástico envío de falta a la mismísima escuadra), que contrastó mucho con la pasividad y ritmo decadente de Vela o X. Prieto, entre otros. El capitán debía dar ejemplo, pero el de ayer no fue su día. La primera mitad terminó y yo me quedé con la sensación de que ni pudimos, ni quisimos. Ayer a la Real le faltó un plan, y eso es algo demasiado importante como para olvidarlo. Ya fuera jugar a la defensiva o intentar imitar el fútbol total del Ajax de los 70', cualquier cosa. No hubo ideas, el juego fue plano e inofensivo. Jagoba, ahí la llevas.


El segundo acto lo titularemos así, "Hijo, yo jugué en Old Trafford". Las constantes vitales del equipo realista se recuperaron paulatinamente después del inicio de la segunda mitad, y se puede decir que sí, que la Real estuvo de cuerpo presente en el mítico estadio del United. Con una presión más adelantada, y sobre todo, más ordenada, el United se vio algo acorralado y sufrió para hilvanar jugadas de calidad y precisión. Zurutuza y Markel se hartaron a recuperar balones en la zona ancha y ayudados por el ímpetu de Charly y el talento de Antoine Griezmann la Real empezó a sacudirse los nervios y a meter 'algo' de miedo a la fiel parroquia del 'Teatro de los sueños'. Aun así, esta reacción no fue suficiente para crear ocasiones claras de verdad. Bien es cierto que meritorios del United como Jones y Evans (sustituyeron ayer a Vidic y Ferdinand) cuajaron un partido muy serio, pero la cruda realidad es que el ataque de la Real está en horas muy bajas. Así las cosas, el técnico berrituarra decidió meter en escena a Pardo, Agirretxe y 'Chory', en lugar de Seferovic (...), Prieto y Zurutuza. Ni por esas, vaya. Pardo no encontró su sitio en ningún momento, y los otros dos manejan un nivel muy pobre en las últimas fechas, algo que se empieza a dejar notar entre la afición. En los últimos 20' la escuadra vasca se volcó en ataque, pero mientras unos se chocaban con la muralla defensiva de Moyes, otros como Rooney se lo pasaban en grande montando una y otra contra, aliándose con Kagawa, Valencia, Young, Chicharito... El 2-0 estuvo mucho más cerca que el 1-1, a pesar de que De la Bella incrustase un misil en el palo poco después de reanudar el partido. Se puede decir que la Real combatió, al menos, con algo de dignidad en esta segunda mitad, pero eso no va a ocultar la decepción de técnicos, afición y jugadores. ¿Ayer dio la cara la Real? No, para mí no. A sabiendas que el equipo ha perdido a su ancla y a su sustituto -Illarra y Granero-, eché de menos sangre caliente, disciplina y, por dios, un plan. Desde el banquillo empiezo a ver cada vez menos soluciones para un equipo que se desordena con excesiva facilidad. La hazaña de meterse en octavos de final empieza a superar ya la categoría de 'milagro'...


La afición txuri urdin, que viajó hacia tierras británicas con el sueño de tomar Old Trafford, se lleva para la memoria una actuación muy pobre de su equipo, pero se va dejando la impresión de ser una afición espectacular. Recuerdos de alegría y tristeza, en la misma maleta. No es justo, pero así es el fútbol. La Real Sociedad no superó la prueba de valor y grandeza que le planteó la competición de las competiciones, pero por fortuna, dentro de tres días le espera la oportunidad de sacar una sonrisa a su afición en Anoeta, ante el Almería. Tal y como están las cosas, partido de ganar o ganar.