jueves, 16 de julio de 2015

LA NECESIDAD DE UN 'ENTUSIASTA DEL GOL'

Armado ya un plantel interesante y, por así decirlo, compensado, a la Real le falta la guinda del pastel. Busca ahora eso que perdió en el junio más negro de nuestra historia moderna, el de 2007. Momento en el que Kovacevic dijo ‘adiós’ y no ‘hasta luego’, que era lo que todos queríamos. Ese día el club txuri urdin perdió al goleador –no canterano- más carismático que ha tenido, el más agresivo, el más pasional, el más guerrero… El mejor. Ese día la Real perdió un pedacito de su alma.


Como decía, la familia realista echa de menos un ‘9’ como los de antes. Un matador, un asesino del gol, un criminal en el área que no tenga escrúpulos para castigar las veces que haga falta la portería rival. A la Real le hace falta como el comer alguien que intimide a las defensas, un delantero centro que libere un poco de la presión ‘de hacer todo’ a Carlos Vela, el buque insignia de este equipo. Un hombre que provoque pesadillas a los centrales de turno la noche antes del partido, “joder, contra este otra vez no… Qué dolor”.

Parece una tontería, pero no lo es. Leyendas vivas como Casillas ya reconocieron en su día que con el bueno de Eto’o sufría más que con un dolor de muelas. Ergo, Samuel intimidaba al Real Madrid. ¿Por qué? Por su velocidad, por su carácter, por sus arrancadas, porque iba a todas y se metía en cualquier ‘fregao’, porque, a fin de cuentas, era puro veneno y tenía mucho gol.

Salvando las distancias, y es que contratar a un Eto’o ahora es casi un milagro, la Real necesita eso, un atacante con el gol en la sangre, una serpiente que cada vez que muerda deje su veneno bien impregnado. Alguien que provoque dolores de cabeza. Un entusiasta del gol que dirían los entendidos, como el gran Martín Palermo, por ejemplo. Alguien que entre al campo pensando en cuántos va a meter. Alguien que mire con cara de loco al portero rival en el túnel de vestuarios. Alguien que diga “balones a mí, coj…”. Como Carlos Bueno hizo en aquella tarde de feliz recuerdo en Cádiz. Inolvidable ese hat-trick.


Búsqueda infructuosa

Son ya tantos los delanteros que han pasado por aquí desde la marcha de Darko que uno casi pierde la cuenta. Delibasic, De Cerio, Necati, Abreu, Bueno, Agirretxe, Tamudo, Llorente, Ifrán, Seferovic, Finnbogason o el joven Iker Hernández, que no acaba de explotar y no cuenta para David Moyes. De todos estos, se puede decir que no hay ni uno que haya enamorado a la grada -y ya sé que Agirretxe cae muy bien-. Hay algunos que hasta han rozado lo cómico y el surrealismo, como el turco Necati, que era todo corazón… Y ya.

Imanol, el ‘9’ actual, es un fino estilista, que roza la excelencia a veces con sus controles y algunos detalles, pero siendo objetivos, sus números están muy lejos de los de un delantero de garantías para la 1ª división. Podría funcionar acompañando a otro atacante, siempre que este fuese más rápido e incisivo. Aunque eso ya podría suponer cambiar el puzzle táctico de Moyes. El tiempo dirá.


Camino de los 29 años, el de Usurbil acumula 61 tantos oficiales con la Real en 211 partidos. La campaña 12/13 fue la más prolífica de su carrera -14 goles en Liga y uno en Copa-. Si Aperri y Loren quieren que la Real esté entre los 7 primeros por norma, van a tener que romperse los cuernos para contratar a alguien que mejore estos números, porque así es muy difícil que se consigan los objetivos.


Desde luego que comprar gol es complicado, muy complicado. Y por supuesto que a Loren y, sobre todo a Aperribay, les duelen esos 8 millones que pagaron por Finnbogason hace apenas un año… Pero de una vez por todas, la secretaría técnica realista tiene que dar en el clavo. Con un ‘killer’ de los de verdad, junto a los Vela, Rulli, Iñigo, Pardo y compañía, este equipo puede armar una buena en la Liga. Ah, una Liga por cierto que se empezará en Riazor (22-23 de agosto), escenario propicio para lograr la primera victoria oficial del curso. Un triunfo que sería una “campanada” para algunos.

martes, 7 de julio de 2015

BUENO, PEOR NO SE PUEDE HACER

Es lo bueno de hacer las cosas rematadamente mal, que después es muy difícil -que no imposible- hacerlo peor. Tras una temporada mala, en la que no se cumplió ningún objetivo habido o por haber, la Real ha arrancado la pretemporada de esta 15/16 con los ánimos renovados y con otro aire. 

Sí, ha comenzado un nuevo ciclo, y lo ha hecho bajo el mandato de la mano de hierro de David Moyes, un técnico odiado -sigo sin saber muy bien por qué- y amado a partes iguales por estas tierras. Con él están su segundo Billy McKinlay, Erik Bretos, Asier Santana, Jon Alemán –este de forma provisional-, Karla Larburu, Juan Carlos Samaniego y una nueva incorporación, el ‘coronel’ David Billows, profesional del fútbol inglés incorporado al área de la preparación física del club realista.

Que no se me malinterprete con lo de “mano de hierro…”, por favor. Como ya se puede estar viendo, las primeras sesiones de este inicio de curso están siendo duras y exigentes. Algo que por aquí se echaba mucho de menos. Todas las casas se deben empezar a construir con buenos cimientos, y en los equipos de fútbol los jugadores deben sufrir lo que no está escrito en las primeras 2-3 semanas de la pretemporada para después estar bien preparados para la batalla. Así que bien, David, come on. El equipo, ahora en Austria, se desplazará el jueves ya hacia tierras escocesas, donde permanecerá hasta el 13 de julio, día en el que se enfrentarán en su tercer amistoso al Livingston FC.



Incógnitas sin resolver
Por otro lado, el regreso a Donosti está marcado ahora mismo por las incógnitas en las incorporaciones, y es que hasta la fecha Loren y Aperri no han estado muy prolíficos en materia de fichajes que se diga. Cerrada ya la continuidad de Rulli –menos mal- y la llegada de Concha, perla de la cantera del Racing, en San Sebastián suenan y mucho los nombres de Bruma y Diego Reyes, dos jóvenes jugadores que vendrían a apuntalar puestos de la zona atacante y la zona defensiva respectivamente. El extremo costarricense Joel Campbell es otro de los posibles refuerzos, pero de lo que no se habla, y es algo inquietante, es de la llegada de un delantero puro, un ‘9’ como los de antes. 

Con la más que probable salida de Finnbogason, a la Real le va a hacer falta como el comer un ‘killer’ que pueda hacerlo mejor que Agirretxe o, en su defecto, que le haga buena competencia al de Usurbil. Como se puede ver, el equipo está aún cogido bajo alfileres, faltan llegadas y se espera la cesión de algunos ‘potrillos’ a equipos de 2ª división, para que no se estanquen en la división de bronce. Este podría ser el caso de Héctor, Oyarzun, Hervías, Iker Hernández, Capilla, Aritz Elustondo o David Concha.



La ilusión de los 'potrillos' 
Y digo podría porque salvo Iker Hernández, delantero con el que no cuenta Moyes, los demás tienen la posibilidad –real- de ganarse una ficha en el primer equipo… Habrá que seguir sus evoluciones a lo largo de estas 6 semanas de preparación. 

Estos son, a falta de fichajes, las atracciones de la pretemporada, sin olvidarme claro de los más pequeños, Igor Zubeldia (1997) y Mikel Oyarzabal (1997). Dos ‘pipiolos’ que, después de hacer un gran año en el juvenil de Honor, tienen ahora un premio a su esfuerzo pero, sobre todo, tienen ante sí una oportunidad única: sorprender y convencer a David Moyes de que pueden ser parte del equipo. 

Un tal Antoine Griezmann ya lo hizo ahora hace seis veranos. Lo más probable es que este año jueguen en el filial (a pesar de que aún les queda un año en categoría juvenil), pero desde luego que esta pretemporada con los mayores les va a venir muy bien. Un máster avanzado en el fútbol de élite.

Nuevos líderes
Rulli, Pardo, Iñigo y Vela. Los cuatro son jóvenes, pero ya tienen cierto bagaje y veteranía en el fútbol profesional. Y los cuatro están llamados a ser los líderes del grupo, las estrellas que marquen la diferencia dentro de un bloque en el que jugadores como Granero, Canales, Agirretxe, Prieto, Mikel, Chory o Zurutuza deberán hacer las cosas mejor que en la última temporada. 

Otra cuestión será ver a qué va a jugar el equipo durante todo el año. En su llegada, el técnico de Glasgow -capitán y patrón del barco txuri urdin- ya dijo que quería “hacer disfrutar a los aficionados con un juego directo y alegre, que emocione”. Él, mejor que nadie, sabe que si se hacen bien las cosas esa máxima que pedía se podrá conseguir.




Así las cosas, con sus cosillas aún por pulir, esta Real ya ha echado a andar. Parece que lo hace con paso firme, aunque eso ya se irá comprobando cuando llegue lo bueno. La Liga BBVA dará comienzo el 22 de agosto, fecha marcada en rojo ya por todos los seguidores realistas, que anhelan ver a su equipo otra vez en la mitad alta de la tabla, peleando por llegar a Europa en las últimas jornadas, como no podía ser de otra manera en un club como la Real Sociedad. ¡Aurrera, mutilak, zurekin gaude!