A decir verdad, corren tiempos extraños para la Real Sociedad, la incomprensión ante las decisiones del técnico normando y el inconformismo ante la posibilidad de escalar más posiciones en la tabla (visto el pobre nivel que tiene la liga BBVA este año) se muestran muy presentes en el "abc" del ideario del aficionado txuriurdin. El partido de ayer era la oportunidad perfecta para 'casi casi' sellar la permanencia, de ganar al Betis se hubieran conseguido 40 puntos a falta de 6 jornadas, muy bonito, 'so easy'. Pero a veces se da la circunstancia de que hay equipos condenados a nadar en un mar de mediocridad, es como un bucle, y en esas está ahora la Real de Montanier (ayer la grada se enfadó horrores con el, no sin razón). Cada vez que existe la oportunidad de dar un buen salto en la tabla el equipo se arruga y se ve carente de energía y vitalidad, desconecta de su faena y el castillo de arena (que ayer construyó Vela con otra portentosa actuación) se viene abajo, por incomparecencia, por desconexión general. El conjunto de Pepe Mel no hizo el partido de su vida, ni mucho menos, pero desarboló a la zaga realista en demasiadas ocasiones y tuvo mucha fe en su juego y en sus virtudes ofensivas (donde son veneno puro para cualquier defensa), y así es como le llegó su merecido premio, por insistencia y voluntad. Justo reparto de puntos, que queréis que os diga.
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Partido muy disputado en el estadio de Anoeta |
La primera parte fue ya un preludio de lo que iba a ser el partido en sí mismo. Partido de dominio alterno. Con Xabi Prieto otra vez partiendo desde el banco de suplentes, la responsabilidad del gol caía otra vez en manos del tridente favorito de 'Monty': Vela, Griezmann y Agirretxe. El Betis en cambio se guardaba dos cartas muy peligrosas para los últimos minutos del encuentro, Beñat y Jonathan Pereira esperaron su oportunidad en el banco, ansiosos por entrar al verde y conectar con sus compañeros de travesuras, los Santa Cruz y compañía. En el primer tramo del choque ya se pudo ver a la grada algo crispada, y es que la Real tardó más de 25 minutos en intentar perforar la meta de Fabricio. De mientras, el conjunto sevillano ya había comprobado que Zubikarai se siente portero de 1ª división, sacándole brillantemente un balón de gol a Rubén Castro (después detendría otro disparo complicado de Montero), muy insistente toda la noche. Quizás fue esta clamorosa ocasión lo que hizo despertar a los pupilos de Montanier, quienes empezaron a dominar el ritmo del encuentro, aunque, eso si, sin mucha claridad. De la mano de Illarramendi (que talento tiene para el centro del campo) y Carlos Vela (quédate, por favor), los txuriurdines se enchufaron al partido y empezaron a provocar oportunidades de todos los colores en la meta del conjunto bético. A falta de un cuarto de hora para la llegada del descanso, llegó el mejor y más incisivo fútbol de la Real. Zurutuza (mediocre ayer en la elaboración de juego), Vela y Griezmann dispusieron de unas oportunidades inmejorables para adelantar a la escuadra guipuzcoana en el marcador, pero nada, todos fallaron, y en estas llegó la madre de todas las ocasiones de gol. Min 39. Penalty claro en contra del Betis, Agirretxe patea y ... ¡ para Fabricio ! 'Poker face' de la grada de Anoeta, nadie se creía lo que veía, dos penales para la Real este año, 0% de acierto. Nada más que decir. Mateu Lahoz señalaba el final de una primera mitad bastante igualada, en la que el conjunto vasco, eso si, había gozado de oportunidades más claras. Haberlas fallado le resultaría más tarde muy caro.
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Penalty marrado por 'Imagol'. Y era el minuto 40 ... |
El segundo acto del encuentro comenzó de una manera muy similar a como terminó el primero. Vela seguía haciendo de las suyas y el primer tanto realista se estaba haciendo bastante de rogar. A pesar de la torrija del Betis en estos primeros minutos, Castro (otra vez el diablillo de las Islas Canarias) probó de nuevo la valía de Eñaut Zubikarai, quien volvió a detener un disparo suyo con aplomo y seguridad. Pero la Real buscaba de un modo cada vez más insistente la manera de perforar el cerrojo de Fabricio, Paulao y Amaya, y de tanto buscar lo encontró. Min 55. Jugadón de Vela, buena pared con Agirretxe y remate a placer del mexicano al borde del área pequeña. GOL, 1-0. El décimo tanto del norte americano y por extraño que parezca, la condena para la Real en el partido de ayer. A raíz de ver a su equipo por detrás en el marcador, Pepe Mel sacó inmediatamente (como se deben hacer los cambios) a Beñat y Jonathan Pereira (en lugar de Cañas y Sevilla). Dos cambios ofensivos que le dieron al conjunto bético un aire mucho más peligroso, una maniobra que le salió a la perfección al técnico madrileño. La Real reculó y metió su 'culo' atrás, error fatal Sr. Montanier. La triste actuación de Zurutuza y Elustondo, destinados ambos a comandar los 'tempos' del encuentro, contribuyó mucho a la apatía general del conjunto txuriurdin, a la des conexión casi total del partido. Montanier veía como su equipo estaba echo pedazos, pero no movió ni una sola ficha, y si la movió, lo hizo tarde y mal, como de costumbre. El Betis asimiló los cambios a la velocidad de la luz y metió mucho miedo a la grada en un par de ocasiones antes del empate, que ya se veía venir. Min 69. Larga y talentosa galopada del 'corre caminos' Jeff Montero y pase de la muerte para el pistolero de las Canarias, Rubén Castro, que esta vez, gracias a un veloz disparo si pudo batir a Zubikarai. GOL, 1-1. Ansotegui y Mikel Gonzalez estaban parando como podían las acometidas béticas, pero el mal endémico de esta Real, la desconexión general, volvió a resultar letal para los intereses guipuzcoanos. A partir de aquí el partido entró en una fase de locura, de idas y venidas, de un 'aquí te pillo aquí te mato'. El técnico normando quiso dar luz a su equipo, pero lo hizo metiendo a Prieto y Aranburu por Illarramendi y Agirretxe (dos de los mejores ayer), cambios que enfurecieron más todavía a la grada, una masa de personas que no entendía porqué no entraban Llorente o Ifran, o porqué seguían en el campo Zurutuza y Elustondo, vista su nula aportación en el devenir del encuentro. El final del encuentro se acercaba y la Real sufría bastante, y es que a pesar de que Aranburu casi convierte en gol el primer balón que tocaba, la grada tuvo que ver como Zubikarai salvaba los muebles en una prodigiosa parada a Santa Cruz, ya en el minuto 89, después de una preciosa pared con Castro (sí, otra vez el canario). No obstante fue el conjunto guipuzcoano el que tuvo la victoria en la última jugada del partido, con un cabezazo de raza y convicción de Ion Ansotegui (aceptable su partido) que se marchó directamente al poste en el minuto 92. No pudo ser, Mateu pitó el final del encuentro, un pitido final que significó el inicio de una gran pitada de la grada con un solo objetivo, Montanier. La afición está harta de sus raras decisiones, de sus métodos, de la gestión de los partidos, de todo en general vaya. Mirando a la tabla de clasificación, el punto ayuda a la Real a conseguir esos 42 puntos que se presumen inalcanzables para Zaragoza, Racing y Sporting, pero es triste ver como otro año más ese va a ser nuestro único reto, salvarnos de la quema. Otro año será ¿no?
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Momento excelso del atacante mexicano. ¡ Qué jugón Carlitos ! |
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La entrada de Beñat y Pereira cambió el curso del partido |
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